TUBERCULOSIS
SINTOMAS
La infección por el bacilo tuberculoso puede no causar síntomas. Cuando estos aparecen, se dice que la persona tiene tuberculosis. Los síntomas pueden ser leves durante muchos meses, por lo que es fácil transmitir la tuberculosis a otras personas sin saberlo. Los síntomas habituales de la tuberculosis son:
· Tos prolongada (a veces con sangre) más de 15 días
· Dolor torácico o dificultad para respirar
· Astenia o decaimiento
· Cansancio
· Pérdida de peso
· Fiebre
· Sudores nocturnos.
Los síntomas dependen de la parte del cuerpo en la que la tuberculosis está activa. Si bien la enfermedad suele afectar a los pulmones, también afecta a los riñones, el cerebro, huesos, la columna vertebral y la piel.
PREVENCION
Los siguientes pasos ayudan a prevenir la Tuberculosis y su propagación:
Busque atención médica si presenta síntomas como tos prolongada, fiebre y una pérdida de peso inexplicable, ya que el tratamiento precoz de la tuberculosis ayuda a detener su propagación y aumentan la posibilidad de recuperación.
Hágase la prueba de la infección tuberculosa si se encuentra en una situación de mayor riesgo, por ejemplo, si tiene VIH o está en contacto en el hogar o en el lugar de trabajo con personas con tuberculosis.
Si le recetan un tratamiento para prevenir la tuberculosis, tome todo el esquema terapéutico prescrito por el médico.
Si tiene tuberculosis, adopte prácticas de higiene al toser, por ejemplo, evite el contacto con otras personas y utilice una mascarilla, cúbrase la boca y la nariz al toser o estornudar, y deshágase adecuadamente del esputo o saliva y de los pañuelos usados.
Hay medidas específicas, como el uso de mascarillas y la ventilación, que son importantes para reducir la infección en los establecimientos de atención de salud y de otro tipo.
TRATAMIENTO
La tuberculosis se trata con antibióticos. El tratamiento está recomendado tanto para la infección tuberculosa como para la enfermedad propiamente dicha.
Los antibióticos más comúnmente utilizados son: Isoniazida, rifampicina, pirazinamida, etambutol, estreptomicina.
Estos medicamentos deben tomarse diariamente durante 4 a 6 meses para que sean eficaces.. Es peligroso suspender el tratamiento antes de tiempo o sin consejo médico, ya que ello puede provocar que los bacilos tuberculosos vivos presentes en el organismo adquieran resistencias a los medicamentos.
Cuando la tuberculosis no responde a los medicamentos habituales, se le denomina tuberculosis farmacorresistente y requiere un tratamiento más tóxico y largo con diferentes medicamentos.